HTML incrustado no disponible.

Una asiática muy complaciente

La tía tiene una simpatía y un desparpajo sorprendentes. No puede esperar llegar a casa para meterse el nabo de su amigo. En el propio coche, se pone a chupar como una condenada. El tío, que no es tonto, aprovecha la ocasión y se la cepilla como un campeón.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *